El próximo 4 de marzo celebramos otro día mundial más asociado a la obesidad, con el fin de que se tome una nueva reflexión para ayudar a las personas a mantener un peso saludable. Algo que sigue siendo complejo y un desafío de salud pública grave a nivel mundial. Según la OMS, el sobrepeso y la obesidad han alcanzado proporciones epidémicas, por ejemplo, en la región europea, afectando a casi el 60% de los adultos y uno de cada tres niños en edad escolar.
¿Qué hacer entonces?
La obesidad se desarrolla en todo el curso de la vida y las medidas preventivas deben comenzar temprano. Infortunadamente, tenemos un entorno obesogénico, en el que los alimentos densos en energía de baja calidad nutricional siguen siendo la opción más barata y se promueven desproporcionadamente, lo cual impulsa la epidemia.
Más allá de las instancias políticas que son fundamentales, debemos tener un empoderamiento en salud y ser nosotros mismos determinantes en nuestro conocimiento de variables en salud. Y la reflexión para este día que es pasado mañana con el tema “Perspectivas cambiantes: hablemos de obesidad”, conocer muy bien nuestro día a día nutricional y saber como me alimento y las decisiones que tomo en cuanto mi nutrición las puedo cambiar de forma inmediata, y eso tiene repercusiones en el corto y largo plazo.
Referencia: The Lancet